Jugamos por la Paz

El 30 de enero se conmemora la muerte del líder nacional y espiritual de la India, Mahatma Gandhi. Gandhi, fue un abogado y político hindú, que permanece en la memoria colectiva de la Humanidad como símbolo de la acción política y reivindicativa fundamentada en el espiritualismo y en la resistencia pacífica. Su doctrina se basa en dos principios “La búsqueda de la verdad” como forma de llegar a ser una persona recta y virtuosa y “la no-violencia” como forma de respuesta ante las agresiones. El apelativo “Mahatma” significa “alma grande”.
La propuesta didáctica de nuestro centro para este Día Escolar de la No violencia Y la Paz (DENIP) tiene como objetivo profundizar en los conceptos de paz y no-violencia a través de la participación de todo el alumnado durante toda la jornada del día 30 de enero en juegos cooperativos. Grupos de distintas edades desde infantil a 6º de primaria van a rotar por distintas zonas del colegio donde jugarán colaborando unos con otros.
Los juegos que se van a realizar son:

1. Pintura de caras.
2. Estatuas.
3. Cuentacuentos.
4. Apunta bien.
5. Pasar el lago.
6. Paracaídas.
7. Construimos.
8. Cruzar el puente.
9. Lanzar aros al cono.
10. Elefante.
11. Canica golf.
12. En tus manos está la paz.
13. Que no caiga.
14. Prueba tu puntería.
15. Rally de chapas.
16. Buscar casa.
17. Cadena de objetos
18. ¿Quién la tiene?
19. Orden en las sillas
20. Ficha de la paz.

En la biblioteca se ubicará la actividad del cuentacuentos. Allí se leerá este cuento, adaptación de la Leyenda de Sadako Sasaki y las mil grullas de origami. Mil grullas por Japón. Una leyenda para la esperanza.

Sadako y las mil pajaritas de papel.

Según una leyenda japonesa, tu mayor deseo se hará realidad, si construyes mil pajaritass de papel. La consigna de crear pajaritas de papel en la lucha por la paz, se remonta a la historia de una de las pequeñas víctimas de la bomba de Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial. 

Sadako Sasaki tenía dos años cuando cayó la bomba en Hiroshima, ciudad en la que vivía. Diez  años más tarde (cuando tenía 12 años), como consecuencia de la irradiación que le produjo la bomba de Hiroshima, los médicos le diagnosticaron leucemia. Cuando la pequeña Sadako estaba en el hospital recuperándose de su enfermedad, su amiga Chizucho le explicó la historia de las 1.000  pajaritas de papel. La historia consiste en que si deseas algo con mucha fuerza y  construyes 1.000 pajaritas de papel (papiroflexia), los dioses te concederán ese deseo que tanto anhelas. 

Es así como Sadako deseó curarse de su terrible enfermedad y para ello se propuso construir por sí misma 1.000 pajaritas de papel, aunque no logró conseguirlo porque falleció mucho antes de poder acabarlas todas. Murió en octubre de 1955 y sólo había conseguido plegar 644 pajaritas de papel. Simbólicamente, sus amigos continuaron su misión y completaron las mil pajaritas, con la esperanza de que se evitaran las guerras en el futuro y se consiguiera la paz entre todos los países del mundo. Tres años más tarde de la muerte de Sadako, los niños de toda la ciudad de Hiroshima le dedicaron una estatua de ella con una pajarita en su mano. La estatua está en el  Parque de la Paz de Hiroshima. 

Cada año, para el 30 de enero, Día de la Paz, llegan miles de pajaritas de papel a Hiroshima desde todos los lugares del planeta. Los niños de la ciudad cuelgan las pajaritas en el monumento de Sadako, con la esperanza de transmitir este mensaje a todo el mundo.