En la clase de 2ºA, estamos trabajando la animación a la lectura. La señorita Mayca ha elegido el libro Sola y Sincola de Patxi Zubizarreta y nos ha propuesto, después de observar muy atentamente la portada del libro, y sin conocer nada de su contenido, que imaginemos la historia. Todos/as hemos dado ideas y después, cada uno/a lo hemos escrito en nuestro cuaderno y hemos hecho un dibujo para ilustrarlo. Aquí tenéis una muestra de nuestro trabajo:
"Érase una vez una niña que era huérfana, que siempre estaba acompañada por su gato. La niña era pequeña, guapa. Tenía el pelo rizado, corto y de color negro. y su piel era tostadita. Su ropa era muy extraña: llevaba un vestido de doble tela y unas chanclas sucias. Su gato no tenía rabo, era de color naranja y con rayas negras, era pequeño, tenía los ojos pequeños y azules y también era huérfano.
Los padres de la niña la habían dejado abandonada en un portal con su gatito.
A la niña le gustaba mirar los coches, porque ella se quería subir en uno.
Un día encontró a un matrimonio que no tenía hijos y la quisieron adoptar.
Al gato lo llevaron al veterinario y le operaron el rabo, le pegaron una cola especial. La operación fue un éxito.
A la niña la llamaron Rosa y al gato Isidoro, aunque para ellos, a partir de entonces, fueron "Alegre" y "Concola".
Y con ese matrimonio vivieron felices para siempre."
Autores: Juan Francisco Canales Peña y Laura Fuentes Cepas.
Ilustradores: Laura Arenas Martín y Juan Cabello Alcaide.
"Érase una vez una niña que era huérfana, que siempre estaba acompañada por su gato. La niña era pequeña, guapa. Tenía el pelo rizado, corto y de color negro. y su piel era tostadita. Su ropa era muy extraña: llevaba un vestido de doble tela y unas chanclas sucias. Su gato no tenía rabo, era de color naranja y con rayas negras, era pequeño, tenía los ojos pequeños y azules y también era huérfano.
Los padres de la niña la habían dejado abandonada en un portal con su gatito.
A la niña le gustaba mirar los coches, porque ella se quería subir en uno.
Un día encontró a un matrimonio que no tenía hijos y la quisieron adoptar.
Al gato lo llevaron al veterinario y le operaron el rabo, le pegaron una cola especial. La operación fue un éxito.
A la niña la llamaron Rosa y al gato Isidoro, aunque para ellos, a partir de entonces, fueron "Alegre" y "Concola".
Y con ese matrimonio vivieron felices para siempre."
Autores: Juan Francisco Canales Peña y Laura Fuentes Cepas.
Ilustradores: Laura Arenas Martín y Juan Cabello Alcaide.
2 comentarios:
el papa la abandono con su gato que malo
el papa la abandono que malo
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